El pueblo de Baarle, situado a hora y media de Ámsterdam, es a la vez belga y holandés. ¿Cómo es posible? Por un lado, el municipio de Baarle-Nassau, en el lado holandés, tiene 2700 habitantes. Por otro, el municipio de Baarle-Hertog, en la parte belga, tiene 6800. Un solo pueblo en dos países. ¿Qué extraña frontera es ésta?
El pueblo de Baarle o la frontera más extraña del mundo
Muchas fronteras suelen ser algo aleatorias, pero la de Baarle es bastante extraña. De hecho, la comparten dos municipios de dos países distintos. Pero eso no es todo. Porque el pueblo también está formado por una serie de pequeños enclaves pertenecientes a ambos países. En total, tiene veintidós enclaves belgas registrados en territorio holandés y siete enclaves holandeses registrados en territorio belga. ¡Un auténtico rompecabezas!
Además, ¿te imaginas que una parte del edificio del ayuntamiento de Baarle esté en Bélgica y la otra en Holanda? Es incluso el único ayuntamiento del mundo que está literalmente atravesado por una frontera.
Evidentemente, esta situación ha causado ciertas complicaciones a lo largo de la historia y en 1995 ambos países firmaron un acuerdo que fijaba los límites exactos de Baarle. Por otro lado, tal ubicación también propiciaba los mercados clandestinos, y Baarle ha sido de hecho durante mucho tiempo un lugar histórico para el contrabando y el mercado negro. Azúcar, ginebra, mantequilla, sal, tabaco e incluso ganado eran algunas de las mercancías que se llevaban a escondidas de un lugar a otro. Una estatua instalada en 1996 rinde homenaje a este capítulo de la historia del pueblo, que ha pasado a formar parte del folclore local.
Y por último, para comprender esta situación, hay que remontarse a la Edad Media, y al nebuloso reparto de tierras entre señores y duques…